miércoles, 30 de junio de 2010

“Que Dios se los pague”: Juan Gossaín

El periodismo se encarga de buscar e informar la noticia, el periodista procura ser testigo de cada hecho que sea digno de ser contado a la opinión pública. Pero, en pocas oportunidades la noticia es el periodismo o el periodista.

Hoy (miércoles 30 de junio) el hecho a informar es en torno al periodismo y con respecto a uno de los más grandes periodistas de Colombia, Juán Antonio Gossaín Abdala. En su habitual editorial en Radio Sucesos de RCN dio a conocer que se retira de la dirección de éste noticiero para dedicarse a otras pasiones: La escritura, malcriar a sus nietos, deleitarse con el mar y la academia en torno al periodismo.

Hace ya unos años, no tantos, mi profesor de taller de crónica, Enrique Alvarado, nos contó que al pasar Juan Gossaín a la radio colombiana, el periodismo de nuestro país había perdido uno de los mejores cronistas que tenía, poco a poco, lo fui comprobando al acercarme a sus escritos, los cuáles fue imposible dejar luego de conocer tan afinada pluma.

Hoy, el maestro vuelve a su escenario natural, se retira de la dirección de noticias de RCN, pero no se retira del periodismo y mucho menos para convertirse en un “viejo haragán” como el mismo lo expresó. Pasa hacer uso de su buen retiro para volver, con más dedicación, a su otra pasión, la escritura y, de paso, para dejar perder su vista en el horizonte sin fin del mar de Cartagena, lo cual, seguramente, será fuente de inspiración para muchas líneas que con ansia esperamos desde ya.

Don Juan Gossaín posee un don especial, más allá de sus virtudes de ser gran conversador, de ser un espadachín del lenguaje que defiende su pureza gramática en mano y ortografía en pecho y de contar con una inmensa cultura general, tiene ese don de humanizar la noticia, de contar las historias de manera sensible y apta para todo público, el de utilizar siempre un lenguaje incluyente para que todos pudiesen entender lo que pasaba en el acontecer nacional, regional y mundial.

Se retira en la cima de su carrera y productividad, da un paso al costado siendo grande y reconocido, siendo querido y admirado, ahora dirige su mirada desde arriba para dar luz a quienes lo seguimos y hemos admirado siempre, desde ese alto lugar que consiguió con pasión, dedicación, esfuerzo; pero sobretodo, con bondad, cariño, amabilidad, amor y respeto por los demás.

“A quienes hacen alabanza permanente de los ejercicios físicos, habría que recordarles que el Sol ni siquiera se mueve, y produce la mayor energía del universo”, así lo escribe don Juan en su libro “Etcétera” y estoy seguro que asimismo no necesitamos que él siga siendo un periodista mediático para que su gran energía le siga aportando al periodismo colombiano, porque un apostolado como el que él ha llevado es imposible de abandonar de la noche a la mañana.

Don Juan que Dios lo bendiga, mil gracias y que su sabiduría pueda ser llevada a todos nosotros desde otros escenarios.

3 comentarios:

Julio Suárez Anturi dijo...

No es la primera vez que oigo hablar del retiro de Juan Gossaín. Pero si es para dedicarse a la literatura, enhorabuena.

Ricardo Galán dijo...

La primera vez que escuché a Juan Gossain en la radio fue en Caracol. Salió desde Barranquilla. Yamid Amat lo había nombrado corresponsal en la Costa de su naciente programa 6 am 9 am.
Recuerdo lo que pensé: este tipo, con esa voz, no dura 8 días. Era la época en la que para trabajar en radio se necesitaba buena voz, pronunciación perfecta y acento neutro. Es decir, todo lo contrario de Gossaín quien, no sólo hablaba en costeño sino que tenía una voz entre ronca y chillona. Por supuesto me equivoqué, el hombre se quedó 27 años madrugando todos los días para contarnos las noticias, entrevistar a sus protagonistas y, de vez en cuando, darnos un sacudón con un editorial.
Gracias a Dios se quedó. Su aporte al periodismo, al buen periodismo, ha sido insuperable. A Gossain, como a Margoth su mujer, le encanta el periodismo frentero, que cuestiona, que critica, que fiscaliza, pero también el periodismo respetuoso de las personas. Aquel periodismo que no teme reconocer las cosas buenas y a mostrar el lado positivo de la vida. Eso lo hizo distinto. Eso lo hizo querido, respetado, confiable y creíble.
Muchos años después, cuando fundamos el Noticiero CM&, tuve la oportunidad de tener a Juan Gossaín de jefe y compañero. En los dos roles dejó siempre claro la clase de señor que es. Leal, serio. Exigente, pero respetuoso. Fue un placer haber compartido con él los pocos meses que estuvo en CM&. Lástima que el tragicómico comienzo del noticiero lo hubieran apartado.
Diez años después nos volvimos a encontrar. El como director de Radiosucesos y yo como Secretario de Prensa de la Presidencia de la República. Dos posiciones desde las que suele haber encontronazos entre los periodistas y el vocero del Gobierno por el manejo de la información de lado y lado. No tengo una sola queja. Creo que él tampoco la tiene de mi. Siempre fue un crítico leal, informado y argumentado. Como debe ser.
Don Juan Gossain se retira de la radio, pero no del periodismo. Promete escribir y fundar una escuela para la formación de periodistas. Al escritor ya lo conozco. Cuanto daría por tener la oportunidad de ser su alumno.

Unknown dijo...

Pienso que en la historia del periodismo colombiano existen desde sus inicios tres perspectivas desde las cuales se puede desarrollar esta actividad.
La primera, sin duda, la iniciaron los primeros cronistas de indias que contaban a los habitantes de ultramar, con analogias que ahora se nos antojan inverosímiles, su percepción de un verdadero NUEVO MUNDO. Los segundos, son los herederos de don Manuel del Socorro Rodriguez, el editor de las versiones oficiales de los hechos dictadas por el virrey o cardenal de turno. Practicó la mansedumbre, es decir, era un siervo manso que no sumió una posición crítica frente a un régimen imperialista, poco solidario con la hunidad, católico pero no humanista. Una tercera fuente, mi preferida, la representa el insigne y nunca bien ponderado ni reconocido ANTONIO NARIÑO. Erúdito criollo, egresado del San Bartolome y del Colegio del Rosario, cultivo un pensamiento crítico que lo llevó a transitar desde la orilla de los realista, es decir, los que aceptaban la autoridad absoluta del rey hasta convertirse en el más congruente de los enmancipados que desde el inicio del movimiento independentista gritaron ¡ABAJO EL MAL GOBIERNO Y ABAJO EL REY¡Su traducción de los derechos humanos que le costo TODA su vida es una clara prueba del compromiso con el ideal de humanidad que plantearon los revolucionarios franceses. Estoy de acuerdo con usted cuando afirma que Juan Gossaín es un buen cronista, aunque sus escritos hechos de afan por tener que lidiar con la Dirección Nacional de RCN RADIO, en algunonos momentos no son tan consistentes ni mantienen un buen tono aunque son un monumento a la nostalgia por su terruño inolvidable y por lo mismo inspirador de muchos de sus relatos. Pero debo admitir que se retira un periodsta que prefirió seguir los caminos de Manuel del Socorro Rodriguez: al ser empleado de un monopolio nacional, asumió siempre posturas que defendieron unas estructuras y unas maneras de hacer hoy muy cuestionadas, fue un gobernista y no un defensor del estado, fue un vigilante de los interes, no sólo de su patrón sino de los de la clase oligarca que hoy en día siguen camuflados, ahora, en el color de la UNIDAD NACIONAL, por estas razones en algunas ocasiones desinformó má que informó. Tal vez ahora, independiente por fin de los compromisos patronales, pueda por fin, a expresar con visión crítica los acontecimientos nacionales, y tal vez, se animé a revelarnos la crónica de la versión no oficial de los hechos de los cuales fue testigo de primera mano. La BAGATELA ha tenido algunos célebre intentos por reaparecer (REVISTA MITO, REVISTA ALTERNATIVA, ZOOCIEDAD,QUAC EL NOTICERO, CONTRAVÍA y más recientemente EL PASQUIN), pero en ninguno de estos intentos figura en el comite editorial el tan despedido periodista a quien le haces el homenaje. Los seguidores de la utopia de ANTONIO NARIÑO despedimos a tan ilustre persona y le deseamos infinitos horizontes pero no nos queda otra cosa que seguir mirando y leyendo a los medios alternativos, AQUELLOS A LOS QUE SI LES IMPORTA CONTRIBUIR AL MEJORAMIENTO DE LAS CONDICIONES HUMANAS DE DIGNIDAD,HOY TAN DEGRADADAS POR EL CAPITALISMO, NO SALVAJE, SINO DEPREDADOR.

RAFAEL AYALA SAENZ