lunes, 31 de mayo de 2010

Hay que terminar con las encuestas preelectorales

Para iniciar debemos aclarar que partimos del supuesto de una total transparencia de las elecciones vividas en la primera vuelta para la presidencia de Colombia el pasado 30 de mayo, tanto en el territorio nacional como en el extranjero.

El panorama: Juan Manuel Santos superó por más del doble de votos a su más cercano rival Antanas Mockus, más allá de partidos e ideologías políticas, lo que vamos a analizar es el pésimo desempeño de las encuestas preelectorales.

¿Por qué pésimo desempeño?, simplemente, porque durante el tiempo que se les permitió a las diferentes firmas encuestadoras desarrollar su tarea estás dieron, en las últimas mediciones hechas, un permanente empate técnico entre los dos candidatos en cuestión.

La realidad fue que el candidato del partido de la U acabó en la primera vuelta con el que parecía ser el más fuerte de sus oponentes y a ese errorcito de más o menos dos millones de votos sumémosle la inevitable derrota que sufriría Germán Vargas Lleras, según los encuestadores, que al final de cuentas resultó tercero en la contienda.

Mejor dicho, sólo acertaron que habría segunda vuelta y pues si daban un empate técnico era de suponerse, aunque realmente se estuvo muy cerca a que se definiera todo en la primera, sólo faltó un 4,5 por ciento.

Lástima la platica que los medios de comunicación invirtieron para orientarse frente a la intención de voto de los electores; porque, muy seguramente, con una lectura de cigarrillo, de tarot o con la lectura del huevo crudo en un vaso de agua se hubiese podido obtener resultados más certeros, claro está, que estos últimos, hoy, tienen más credibilidad que las firmas encuestadoras.

Ahora ese dinerito no se perdió del todo porqué la incauta audiencia si estaba muy pendiente de las nuevas cifras que no resultaron ser más que simples mentiras como lo demostraron los resultados de las urnas.

Eso sí, los encuestadores han pedido que les permitan hacer encuestas hasta el último día de elecciones, porque, según ellos, eso afectó mucho los resultados, puesto que en los debates el candidato Mockus perdió sus electores y Santos se afianzó. Realmente, eso es una excusa de colegio, el fueque que fueque.

Pero, las encuestas si afectaron a la opinión pública porque muchos sufragantes votaron por ellas bajo la denominación del voto útil, “es que a mí me convence éste pero no va a salir mejor voto por este para no perder el voto” así incidieron las encuestas en lo que debería ser una libre elección.

Así que antes de pedir que se puedan hacer sondeos hasta el último día, lo que se debe reglamentar es que no exista ningún tipo de encuesta preelectoral, más si muchos debates (cabe aclarar buenos debates) para que la opinión pública reciba información útil y que la gente decida sin ser influenciada por cifras que son una total mentira. Ahí si ganó la candidata conservadora Nohemí Sanín al decir que ella no creía en encuestas.

Ah… y para los políticos o el sector político que quiera conocer la intención de voto de la gente, o lo que piensa la opinión pública, o lo que necesita el pueblo, que mejor que hablar con las personas, escuchar a los habitantes del país y dialogar con los nacionales que están en el extranjero; muy seguramente, los datos serán más confiables y si son los medios los que necesitan de esta información que mejor oportunidad para volver al periodismo de la calle y de terreno.

1 comentario:

yudany dijo...

La verdad estas "preselecciones" fueron una pequeña y amarga, o sabrosa, mirada a lo que los COLOMBIANOS quieren, o se dejan llevar,muchos decian que perderian su voto, otros convencian a los demás de que perderia su voto, y no hablemos de las encuestas ni los boletines informativos que deverdad creo que buscaban ganar reating; Pero bueno de algo tendran que vivir los medios y este país, como sea la verdad es una somos muy influencibles y nos pueden manejar con un dedo.
Gracias Alvaro por la atención a nuestro problema