miércoles, 23 de diciembre de 2009

La concesión del tercer canal es algo más que risible

Los medios de comunicación considerados como industrias culturales, ordenadores de la realidad, informadores de la verdad y generadores de democracia, hoy no son ni la sombra de lo que están llamados a ser. Sus funciones, lo cual no es reprochable, se limitan a una producción económica; pero, lo que sí es reprochable es que en esa carrera financiera olviden su propósito y la responsabilidad social que tienen y que respondan a intereses particulares.

Ahora, cuando se pensaba que existiría una nueva opción en la pantalla chica, resulta que sólo hay un proponente, es decir, más de lo mismo. Lo paradójico es que el sistema de adjudicación es la subasta y este tipo de evento debe contar con varios oferentes. Mejor dicho, Colombia hará una subasta con un proponente, realmente lo que hará es el ridículo.

El intervencionismo del gobierno en cabeza de la Ministra María del Rosario Guerra deja ver como la Comisión Nacional de Televisión (CNTV), un ente autónomo por mandato constitucional, se convirtió en una herramienta gubernamental; por lo tanto, hubiese sido más decoroso entregar directamente el canal sin tanta parafernalia.

No es posible que se siga jugando con algo tan serio como un medio de comunicación, no se puede pensar en favorecer a uno o a otro, se debe pensar en favorecer a la sociedad, a los televidentes a la pluralidad cultural y a la inclusión de los productores independientes y regionales que tienen mucho talento y muchas propuestas para ofrecer.

A pesar de las declaraciones, a los medios de comunicación, del presidente de la CNTV Juan Andrés Carreño donde afirma que toda ha sido muy estudiado y que no se ha improvisado en ningún punto, la realidad del proceso muestra algo muy distinto y lo primero que se ve es la incapacidad de la CNTV para adelantar este tipo de procesos y la cantidad de intereses que se están moviendo en torno al nuevo canal de la televisión colombiana.

Otro punto que opaca el proceso es la cercanía de las elecciones; definitivamente, para evitar suspicacias se hace necesario que la adjudicación se realice luego de las elecciones, todo en pro de la trasparencia y pensando en la misma trasparencia lo mejor sería reanudar el proceso y con varios oferentes. De verdad, así la ministra diga que no hay problema hacer una subasta con un solo proponente esto es ridículo, turbio, poco productivo, risible y hasta ilegal como lo define Eduardo Noriega.

Ahora, si ya no se va a tener en cuenta el 50 por ciento de la oferta económica, como era la propuesta de la subasta, entonces que el contenido, es decir el otro 50 por ciento que mediría la adjudicación, pese el 100 por ciento; pero, por favor, que traigan gente que realmente sepa de televisión, de educación y de entretenimiento, porque no es por descalificar a la ministra y a la CNTV, pero en la regulación frente a los contenidos de los canales privados se nota la incapacidad que tienen en el tema.

Por favor pensemos en las audiencias, en la inclusión, en la democratización de la televisión, en el fortalecimiento de contenidos y en la producción de buenos programas informativos, buenos programas de entretenimiento y que toda pieza televisiva este llamada a la formación. Esperemos a enero a ver cómo termina o sigue esta historia; eso sí, ojalá cuente con un buen y feliz final para las audiencias, al mejor estilo de las novelas que muchos soportan o siguen, como el burro a la zanahoria, a diario en nuestros canales privados.

viernes, 16 de octubre de 2009

Claudia López fue despedida de El Tiempo

Es bueno aclarar que la periodista y ex columnista del diario El Tiempo de Colombia, no renunció con su columna “Reflexiones sobre un escándalo” (octubre 13 de 2009). La polémica en torno a lo sucedido se ha dado en diferentes escenarios. Ética, libertad de prensa, conflictos de intereses, censura, persecución laboral, independencia periodística, monopolios mediáticos; muchos han sido los postulados, en general se ha convertido en el infierno de la profesión. Y apropósito del infierno de la profesión, navegando por la red encontré el siguiente comercial en YouTube, los invitó a que lo aprecien y ustedes clasifiquen.

viernes, 22 de mayo de 2009

‘Los viajes del viento’: elogio a la desilusión

Los viajes del viento, película de Ciro Guerra, fue seleccionado para participar en el renombrado Festival de Cannes y nos da un paseo, en burro y a pie, por la zona norte de Colombia, desde Majagual (Sucre) hasta Taroa (Guajira). Indiscutiblemente, es una nueva propuesta que muestra de forma explícita la multiculturalidad y hermosura de los paisajes de Colombia. Un film que deja ver más allá de la cara del narcotráfico, la violencia o la problemática social. Una cara poco conocida en Europa.

La agencia AFP publicó: “'Los viajes del viento', de Ciro Guerra, un apasionante recorrido por la música y la geografía del norte de Colombia, fue saludada el jueves con bravos y una intensa ovación de pie en el Festival de Cannes, que la presentó en la selección oficial Una Cierta Mirada”.

No hay que desconocer las bondades del film de Guerra; Pero… La película, desde la primera escena, hace un elogio a la desilusión. La muerte está presente de principio a fin y la música es el telón de la tragedia.

El ver un acordeón con cachos genera múltiples interpretaciones, su cartel es verdaderamente prometedor y aun más cuando es orientado por una frase que dice “El diablo perdió algo y volverá por él”.

A los colombianos nos enseñan a no esperar nada; pero esta película, por su elección para Cannes, prometía ser un producto fílmico excelente. A pesar de que la crítica es muy subjetiva, es evidente que el principio de la película, la riqueza visual que da el recorrido propuesto en la argumentación y las abundantes historias de esta región daban para más.

Ignacio Carrillo, un juglar tradicional, recorre la diversidad cultural de la Región Atlántica con Fermín, un joven que quiere ser aprendiz de juglar. Se muestran unos paisajes de postal; pero, se muestran desde la desilusión y la miseria y, lo que parecía ser el centro de la historia, los mistos y las leyendas desaparecen.

Ya sentados frente a la pantalla gigante, hay que enfrentar la realidad, esta historia quería ser el ‘Ingenioso Hidalgo’ de Majagual. Se intentó, eso es lo bueno, aunque perdió el rumbo. Las aventuras no fueron aventuras, Ignacio no fue hidalgo, aunque si un gran juglar, y la sabiduría popular del Sancho de Cervantes, Fermín no la tenía.

Ahora, al César lo que es del César y a la fotografía, el casting, la actuación natural, la música y los paisajes de nuestro país aplausos y admiración; qué lástima que toda esa riqueza no se explotara para contar una buena historia de principio a fin.

lunes, 4 de mayo de 2009

El periodismo de investigación

Luego de asistir al II Encuentro de Periodismo de Investigación, organizado por Consejo de Redacción, queda develada la ausencia de procesos investigativos en los medios de comunicación, no sólo de nuestro país, ésta es una constante que se presenta en toda América Latina, hablando solamente de nuestra región.

La investigación periodística es un proceso metódico que necesita de tiempo y disposición, donde son necesarios recursos financieros, físicos y tecnológicos. Además, es vital que el periodista ponga a disposición todo su talento y sagacidad profesional para desarrollar el proceso.

Escuchar a los grandes periodistas investigadores latinoamericanos: Daniel Santoro, Arturo Torres y Gustavo Gorriti permite hacer un diagnóstico de los marcos profesionales en los cuales se debe ejercer el periodismo investigativo.

Rigurosidad, exhaustividad, persistencia, voluntad, seguridad, excelente manejo de las fuentes y sacrificio, son siete características que salieron a flote en este encuentro, y que esta sea la oportunidad para resaltar la suprema calidad del evento.

Es obligatorio que al investigar el periodista sea RIGUROSO. Debe buscar las diferentes caras de la información, no se puede quedar en los artículos superficiales del día a día de los medios y debe ser muy cuidadoso con las infiltraciones de información y la intencionalidad que tienen las mismas.

La investigación siempre debe ser EXAHUSTIVA. No puede tratarse desde la levedad y quedarse con lo que se ve a simple vista, hay que pensar en todas las posibilidades, por más absurdas que parezcan, es preciso que se agoten todas las posibilidades que pueda generar la información.

El periodista debe ser PERSISTENTE, no puede abandonar la consecución de la información; debe, siempre, escudriñar hasta lo más profundo de los datos para encontrar lo que no se ha develado o para ratificar que no existe ningún tipo de información oculta.

La VOLUNTAD es imprescindible en el proceso investigativo, el periodista que prefiere un trabajo diario donde la noticia nace y muere el mismo día, es posible que no guste de trabajos de largo aliento, donde el proceso lleve varios meses e incluso años o; a lo mejor, puede ser posible, que aun luego de terminar la investigación aun se siga desarrollando el suceso.

Las investigaciones no se cierran al ser publicadas, se debe pensar en lo que va a pasar luego de ser ofrecida al público, hay que ser totalmente consientes y conocer muy bien las consecuencias legales que pueda tener la investigación realizada.

Los procesos de investigación periodística deben estar totalmente ASEGURADOS, es decir, deben contar con el sustento necesario para evitar cualquier tipo reacción jurídica o que la información pueda ser desvirtuada por falta de documentación o pruebas concretas que la soporten.

El periodista debe saber manejar a la perfección sus FUENTES, dudar y comprobar, reconocer las necesidades de la fuente, anticipar las intenciones de quien da la información y los intereses que tiene, debe tener en cuenta que no todas las fuentes son confiables, como lo afirmó Gorriti “como hay dobles agentes, hay dobles fuentes”, hay que generar relaciones de confianza con las fuentes; pero, siendo claros que el compromiso es con la información y no con la fuente.

Y por último, pero no menos importante, hay que tener conciencia de que el periodismo de investigación exige un alto grado de SACRIFICIO por parte de quien lo ejerce. Exige tiempo, inversión económica y, en muchas oportunidades, dependiendo la temática investigada, genera riesgo para la integridad física del periodista.

Las investigaciones periodísticas exigen que se terminen, no se pueden dejar cabos sueltos y no se pueden dejar a la deriva, no hay que darlas por finalizadas sin que se genere un cambio frente a lo que se denuncia.

Con el periodismo investigativo generalmente se está dando a conocer una irregularidad o denunciando un delito, además de informar, la investigación debe producir un impacto que produzca una solución.

El periodismo investigativo es un proceso sistemático que exige una metodología específica y un agudo olfato periodístico. Es un proceso que muchas veces desborda las páginas de los diarios y revistas, las pantallas de la televisión e internet y las ondas de la radio y se desborda para convertirse en un libro, no una novela o un relato de ficción, sino un libro que muestra una realidad y trasciende en el tiempo.

En el cierre del evento; María Teresa Ronderos, desde su experiencia en el ejercicio periodístico, abrió un camino para la profesión, “el futuro del periodismo, entre tanto informador ciudadano, es el periodismo de investigación. El llegar a esas fuentes oficiales y denunciar las irregularidades encontradas. A eso está llamado el periodismo, llegar a donde la gente del común no tiene acceso, lo cotidiano y lo que pasa en las calles ya los está informando el ciudadano”.

Javier Darío Restrepo condujo el conversatorio final del encuentro y concluyó terminantemente “el periodismo de investigación no es para mediocres”. Después del cierre del maestro Restrepo sólo queda reiterar que cualquiera puede trabajar en un medio de comunicación, por ley, pero no todo el mundo puede ser periodista.

martes, 14 de abril de 2009

Buscando el rumbo del periodismo

Para dónde va el periodismo, qué necesita la sociedad de los periodistas, cómo debe ser el periodista en la actualidad. Múltiples preguntas surgen en las aulas donde se forman los comunicadores de la sociedad de la información.

Las respuestas se ven opacadas en los ejemplos que los medios de comunicación dan a diario. Entiéndase que se hace una separación clara entre los medios de comunicación y los periodistas.

Pero cómo, ¿luego los periodistas no son los que trabajan y hacen los contenidos de los medios?, pues no, acordémonos que no es necesario ser periodista para trabajar en un medio de comunicación; pero, aclaremos que el hecho de trabajar en un medio no hace de una persona un periodista.

Por ahí va el problema, los periodistas no se forman para ser gerentes exitosos de medios y los gerentes de los medios no manejan la responsabilidad y razón de ser de los mismos y, como toda empresa con ánimo de lucro, se centran en que se generen contenidos que vendan y produzcan dividendos, sacrificando la calidad y razón de ser de éstos.

Está bien, está bien. Toda regla tiene su excepción, la cual corresponde a medios de carácter independiente que no hacen parte del manejo masivo y que, poco a poco, han venido pellizcando la torta publicitaria de las grandes industrias de la información que se vienen configurando, efectivamente, como industrias del entretenimiento desde la levedad.

La política, la economía y los grandes escándalos copan la agenda informativa y en la sombra del desconocimiento quedan aquellas historias cotidianas llenas de enseñanzas dignas de grandes crónicas y reportajes que, paso a paso, se convierten en libros y audiovisuales que parten desde la realidad sin mezclarse con la bella ficción de la literatura.

Son historias que se producen segundo a segundo y se quedan sin ser contadas, simplemente, porque no venden. Asimismo, temas como la ecología, la educación, la cultura son tratados superficialmente o simplemente desaparecen y vuelven a aparecer cuando las fuentes oficiales necesitan tender una cortina de humo.

La academia debe apostarle, nuevamente, a esas historias bien contadas, ricas en detalles y rebosantes de elementos constructores de sociedad, donde se evidencian los vicios y se resaltan los valores. Historias que hagan uso de las herramientas tecnológicas para enriquecer su esencia sin desvirtuar la realidad.

Los periodistas estamos obligados a vivir o revivir las historias, debemos hablar con los protagonistas y todo aquel que nos pueda proveer detalles; tenemos que ver, escuchar, sentir, gustar y oler el entorno y contexto donde se desenvuelve la información. Igualmente, se hace necesaria una completa documentación que nos permita corroborar o desvirtuar la información que se recibe. El periodista debe contar un conocimiento global profundo que lo tipifique como intelectual y manejar una especialidad desde donde construya, más allá de la información, un conocimiento.

lunes, 2 de febrero de 2009

Hay formas de hacer un buen periodismo

Los medios masivos de comunicación cambiaron sus dinámicas en la producción y realización de sus contenidos. La era digital impuso nuevos retos, facilitó las comunicaciones y generó nuevos inconvenientes.

Uno de los mayores problemas es la sostenibilidad económica, es imprescindible estar en la red; pero, esto al mismo tiempo, genera que el consumo del medio tradicional disminuya y a su vez se vea afectada la pauta comercial, lo cual es el núcleo de ingresos de los medios.

Las actividades de producción exigen que el talento humano se encuentre a la vanguardia en el tema de las tecnologías, el manejo y el alcance que estas tienen. El reto es velar por el buen uso de las mismas y procurar porque no remplacen al hombre en su función creadora e intelectual.

El entretenimiento prima en los contenidos, los comunicadores deben afrontar una dinámica que permita construir contenidos con los objetivos claros de formar e informar, pero dejando que prime el entretenimiento para los usuarios.

Los periodistas tienen más herramientas para corroborar la información que le suministran sus fuentes. El problema radica en que estas herramientas están haciendo caer al profesional de la información en el facilismo.

Ese mismo facilismo se ve forzado por las exigencias de las empresas productoras de información. Cuando el periodista elabora contenidos para portales web, impresos, medios televisivos y emisiones radiales, al mismo tiempo, se deterioran los procesos investigativos y de estructuración.

Es así como aquel paradigma de los periodistas de prensa, de radio y de televisión que se especializaban en cada medio se trasforma para afrontar una convergencia mediática y laboral. Hoy, se debe enfrentar la realización de contenidos para todos los medios de una misma empresa de comunicaciones.

Pero, no debemos confundir la forma con el fondo. El ejercicio del periodismo debe desarrollarse bajo los exhaustivos parámetros de la investigación, indagación de fuentes, corroboración de información, excelente redacción y una producción apropiada para cada herramienta y, claro está, la presensialidad.

¿Y la objetividad?, bueno ese es un tema un poco más amplio que se debe entrar a mirar con lupa, puesto que las posiciones son encontradas y carentes de consenso. No obstante, hay que ser rigurosos en mostrar las diferentes caras de la información y no tomar partido o darles un valor personal a los hechos.

La crisis del periodismo, que da vida al nuevo periodismo, es la oportunidad para buscar la revitalización de la profesión, la cual puede ser difundida gracias a las tecnologías de la información.

Blogs y páginas personales, de profesionales de la información, hacen de la oferta tecnológica la oportunidad propicia para publicar aquellas cosas que no tienen cabida en las páginas de los diarios, en las emisiones de radio y televisión o en la configuración de los portales nacientes de los medios tradicionales. Y no podemos dejar a un lado la producción editorial independiente. Hay formas de hacer un buen periodismo.